Sueños reveladores
- Elizabeth Narváez

- Feb 3, 2021
- 5 min read
No todos los sueños traen significados consigo pero lo que sí traen están específicamente diseñados para la persona que los sueña, cada uno está directamente ligado a nuestras situaciones y a veces se convierten en un maravilloso consuelo espiritual
Los sueños son parte de esas señales de las que siempre hago mención. Algunos coincidirán en que son basura del subconsciente que va reciclando las cosas que pasan durante el día, pero yo personalmente me he tropezado con algunos que vienen cargados de significado y hasta sanación.
No todos los sueños son interpretables o premonitorios; a diferencia de lo que dicen algunos libros, soñar con que se te caen los dientes no significa necesariamente que habrá alguna muerte pronto, sin embargo, sí traen mensajes significativos que a veces tienen más que ver con tu vida de lo que piensas.
En varios de los libros que consumo a manera espiritual, se hace mención a los sueños. También en esos libros se recomienda mantener un diario para anotar esos sueños que tenemos frescos en la mañana y horas después olvidamos completamente. Aunque yo no sigo esta sugerencia, puedo decir (bastante segura de ello) que los sueños pueden darte nociones de tu vida que ni sabías que buscabas.
A continuación voy a tratar de describir tres sueños que para mí fueron completamente reveladores. Uno de ellos es un sueño recurrente que tuve por años y del que no me hice consciente sino hasta después de empezar terapia, ese no ha vuelto.
La cocina de Zenaida
Un sueño particular que tuve tiene que ver con mi tía. Dos meses antes de mudarme a Canadá, mi tía murió de una larga enfermedad relacionada con los riñones; fue un duro golpe para la familia aunque ya tenía tiempo enferma. Yo no era particularmente pegada a ella, pero ella había estado ahí toda la vida, cocinando delicioso y recibiendo a mucha gente en su casa, es un alma alegre. Cuando me mudé, mi mamá me dijo que le pidiera a mi abuelo, su papá -pedir en el sentido católico de pedirle ayuda a los difuntos- pero yo le pedía a mi tía.
Recuerdo estar muy angustiada por mi situación migratoria en Canadá, mi trabajo y mi vida en general. Me sentía muy muy sola y la única persona con la que quería echarme a llorar era mi mamá y sin embargo también era la única persona con la que no podía descargarme por temor a que se preocupara demasiado.
Cada vez que llegaba a casa, me sentaba a llorar en el piso de mi cuarto. Así estaba mi vida en aquel entonces… y una noche mi tía se me apareció en sueños.
A Zenaida le gustaba mucho cocinar, quizás por eso el escenario que eligió para hablarme fue una cocina. Recuerdo que entré a la cocina y ella me estaba esperando con los brazos abiertos, en seguida me eché a llorar y me abrazó fuertemente diciéndome que todo iba a estar bien. Ese sueño fue tan real y lo que sentí fue tan bonito que me desperté con la sensación de que había pasado físicamente. Y al final ella tenía razón, todo estuvo bien.

Presta atención a la sensación
Los sueños y las nociones de ellos vienen a nosotros a través de sensaciones y sentimientos, por eso hablo de estar atentas. Cuando recordamos un sueño, lo que recordamos es la sensación que nos invadió al momento de este, no recordamos por procesos cerebrales sino con el alma.
Hablando de sensaciones quiero hacer mención del segundo sueño, porque lo había olvidado por completo y lo recordé por una sensación. Hoy pienso que estos sueños fueron premonitorios de alguna manera, pues ellos me mostraron muy brevemente cuando una persona llegaría a mi vida y cuando –por fin- se iría.
Hace unos años tuve una corta y muy intensa relación con una mujer con la que soñé. Un día despertando en mi cama debajo de las sábanas me sentía tan bien, tan protegida, calientita y cómoda me que abandoné a esa sensación por unos instantes más, era muy temprano y yo seguía moviéndome debajo de las sábanas sin pensar en nada y justo en medio de esa sensación, ¡recordé! Recordé como hace no más de una semana había soñado que estaba debajo de esas mismas sábanas y me sentía igual, súper cómoda, feliz y acogedora pero en ese sueño alguien me abrazaba por detrás. No vi a la persona, solo la sentí y fue esa sensación la que me hizo recordar. Hace unas semanas que salía con ella, pero antes de conocerla, la soñé.
Extrañamente otro sueño que tuve con la misma persona resultó premonitorio de alguna manera, pues luego de tenerlo también lo viví.
Yo estaba entrando a un restaurante con una amiga y ella estaba allí con alguien más y aunque físicamente no era ella (era un hombre asiático (¿?)) yo estaba completamente convencida de que sí era ella, simplemente era algo que sabía en ese sueño. Lo que más recuerdo de este nuevamente fue la sensación (como el primero). Eventualmente fui a saludarla pero estaba distante, me hablaba como por compromiso, se sentía incomoda y yo sentía todo eso; luego me inventó una excusa y se fue, dejándome ahí con una sensación de pérdida gigante. Ese día me desperté todavía con esa sensación.
Pero el sueño se convirtió en premonición meses después cuando me la encontré en serio, esta vez con su cara, sus incomodidades y acompañada también por otra persona. Ese día se materializó esa sensación de pérdida porque cuando la fui a saludar sentí la misma incomodidad de su parte y sus ganas de irse rápido. Quizás el hombre asiático representaba esa sensación de lejanía. O por lo menos así lo interpreté yo.
Gravedad exagerada
El tercer sueño es uno recurrente. Un día desperté recordándolo completamente, como si acabara de pasar y por esa sensación, de nuevo recordé. Llevaba años soñando lo mismo, desde que dormía en mi cama de la infancia en Venezuela. No sé por cuánto tiempo lo tuve ni si al final desapareció cuando por fin le di un sentido, pero hasta el momento no ha vuelto.
En ese sueño no pasa nada en específico, solo soy yo subiendo por una calle muy empinada arrastrándome con las manos porque por alguna razón los pies no me dan, no son suficientes para impulsarme y yo necesito energía extra, es como si hubiera más gravedad de lo normal o como si algo (o alguien) me estuviera arrastrando hacia abajo.
Un poco creepy, I know! Pero así era y así fue por muchos años, hasta que lo recordé y le di un significado. Todavía no estoy segura de que significara lo que yo creo, pero no lo he vuelto a tener (no que recuerde, al menos).
Yo sí creo que los sueños traen mensajes (no siempre), quizás no son los significados que pensamos, quizás hay que darles un poquito la vuelta, pero los mensajes están ahí y depende de cómo los utilicemos pueden servirnos para traer significado a nuestras vidas o hasta para darle cierre a situaciones que nos atormentan.
Quizás estos ejemplos de mi propia experiencia no se vean reflejados contigo, a lo mejor piensas que estiré demasiado las cosas para hacerlas conectar o tal vez creas que mis interpretaciones de los sueños están completamente erradas, pero para mí tienen sentido por el simple hecho de que me dieron respuestas a cosas que estaban escondidas un poco más allá de mi conciencia, cosas que estaban allí y que percibí solo con un poquito más de esfuerzo.




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